-Cuéntame cosas de las japonesas.
-No puedo contarte nada. Me ponen nervioso. No son ellas mismas.
-Quizás yo tampoco sea yo misma.
-Sí. Tú estás aquí, me estás mirando. Ellas, en cambio, siempre se están preguntando si gustan. Sólo piensan en sí mismas.
-La mayoría de las occidentales son así.
-A mis amigos y a mí, nos parece que para esas chicas sólo somos espejos.
-Quizás yo tampoco sea yo misma.
-Sí. Tú estás aquí, me estás mirando. Ellas, en cambio, siempre se están preguntando si gustan. Sólo piensan en sí mismas.
-La mayoría de las occidentales son así.
-A mis amigos y a mí, nos parece que para esas chicas sólo somos espejos.
Otro libro suyo que también me gustó se titula "estupor y temblores". Habla de su experiencia como empleada en una empresa japonesa. Muy sorprendente.
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