martes, 20 de agosto de 2013

Cuando llega por fin la lluvia en el Sahara...

"R'Orab (el camello) se agitó inquieto. Giró su largo cuello y orientó el hocico ansioso hacia la cortina de agua que avanzaba descomponiendo la luz y transformando el paisaje. Barritó suavemente y de su garganta nació un ronroneo de enorme gato satisfecho. Gacel se puso lentamente en pie, le despojó de su montura, y se despojó a su vez de la ropa que extendió cuidadosamente sobre matojos para que recibieran todo el agua posible. Luego, descalzo y desnudo, aguardó en pie a que las primeras gotas salpicaran la arena y la tierra, cubriendo de cicatrices, como de viruela, el rostro del desierto, para llegar luego el agua en oleadas, embriagando sus sentidos al escuchar el dulce repiqueteo que se tornaba en estruendo, sentir sobre la piel la tibia caricia, gustar en la boca la frescura limpia y clara y aspirar el ansiado perfume de la tierra empapada, de la que se elevaba un vaho denso y turbador".

Tuareg (Alberto Vázquez-Figueroa)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso texto y hermosa fotografía. Un abrazo. N.